Primero que nada queremos disculparnos por abandonar a nuestros queridos lectores sin siquiera decir "¡agua va!" Pero ahora que ya estamos practicamente graduadas (y desempleadas) tenemos tiempo para picarnos los ojos y postear.
"Tengo algo muy importante que decirte". ¿Cuántas veces no nos hemos aterrado al escuchar estas palabras? No tienen nada de particular, pero cuando te las dice el sujeto o sujeta con quien llevas varias semanas o meses "saliendo" éstas se tornan bastante incómodas.
Bueno... puede haber dos casos. El primero luminoso y feliz porque esa personita en realidad te gusta y cuando las escuchas se abren para ti las puertas del cielo. ¿Por qué? Porque POR FIN se decidió a ponerse las pilas y hacer algo bueno por la vida de los dos.
PERO...
El segundo caso, por el contrario, es totalmente oscuro y no-feliz. Sucede que llevas saliendo con él o la fulanita un montón de tiempo pero nada más no te gusta como para otra cosa que no sea inflarte el ego. Ya cuando empieza a invitarte a la boda de su prima Paquita y los XV años de su sobrino Panchito piensas para tus adentros: "Chale".
Y esto es sólo el comienzo, porque cuando te dice la dichosa frase comprendes que ya te cargó el payaso y ahora tienes que pensar la mejor manera de mandarlo o mandarla a freir espárragos sin que ello afecte su salud física o mental.
Moraleja: Dejen de darle atole con el dedo a la gente y mejor pónganse a hacer algo productivo con sus vidas... No vaya a ser que luego anden llorando por los rincones (sí, como la muñeca fea) porque les hicieron lo mismito.
Saludos cordiales
La Guayaba y la Tostada
jueves, 27 de noviembre de 2008
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